وَمَا كَانَ صَلَاتُهُمۡ عِندَ ٱلۡبَيۡتِ إِلَّا مُكَآءٗ وَتَصۡدِيَةٗۚ فَذُوقُواْ ٱلۡعَذَابَ بِمَا كُنتُمۡ تَكۡفُرُونَ
Su azalá en la Casa no consiste más que en silbidos y palmas. «¡Gustad, pues, el castigo merecido por no haber creído!»
Author: Julio Cortes